jueves, 25 de junio de 2020

¿Qué podemos hacer como empleadas y empleados públicos para impulsar la Igualdad?


En este módulo 4 se solicita una reflexión sobre qué podemos hacer desde nuestra posición como empleados públicos para impulsar la Igualdad.

Trabajo en la Oficina Presupuestaria del Ministerio de Ciencia e Innovación. Nada me gustaría más que poder colaborar en la realización de unos presupuestos con perspectiva de género e ir más allá del informe de impacto de género que siempre acompaña a la Ley de Presupuestos Generales del Estado de cada año. Sin embargo, trabajo como secretaria, por lo que el reto para eliminar la desigualdad, lo tengo en el uso del lenguaje no sexista e inclusivo.

Desde pequeña he sido una persona muy concienciada con la igualdad entre mujeres y hombres. En casa he luchado porque se tratase a mi hermano con los mismos derechos y obligaciones con que me trataban a mi (oveja negra de la familia). También en la carrera de Historia centraba mis trabajos de clase en visibilizar a la mujer a lo largo de la Historia.

A pesar de ser una abanderada feminista, ayer tuve un baño de humildad. Cuando terminé de visualizar el material del curso y eché un vistazo a los enlaces de lenguaje inclusivo[1] y no sexista[2] del Ayuntamiento de Barcelona, me di cuenta que todos los días escribo correos y nunca me había fijado si el lenguaje que usaba era el más apropiado para evitar la repetición de roles. Muchos de los correos que escribo reproducen estereotipos.

Para evitar un uso sexista del lenguaje este tiene que estar interiorizado. En la administración no siempre hay tiempo para meditar, pensar, releer, etc. En muchos momentos tienes que enviar un correo electrónico y poco más. Sin embargo, no voy a pasar un día más sin poner remedio al problema. Sobre todo cuando no tiene mucha complejidad y todo el mundo puede hacerlo, fomentando, con nuestro granito de arena, una administración pública más representativa.

Comparto con vosotros mi plan de actuación:

1. Imprimir el cuadernillo con las 14 reglas básicas de lenguaje inclusivo del curso. Colocarlos en la pared del despacho junto a los números de teléfono frecuentes e información de acceso inmediato.

2. Revisarlo cada día. Al llegar al trabajo hay tiempo de echarle un vistazo mientras se conecta el ordenador. Además ayuda a tenerlo siempre presente y a poder echar una miradita a la hora de escribir un correo electrónico, un informe o realizar una llamada telefónica.

3. Compartir con los compañeros y compañeras de trabajo esta información para que sean conscientes de si el lenguaje que usan es inclusivo o no.

 Creo que con este pequeño esfuerzo, entre todas las personas podemos mejorar la Administración Pública para la que trabajamos, haciendo menos sexista nuestro trabajo diario. Con constancia llegaremos a conseguir la eliminación de la desigualdad de género en la Administración, como un paso previo a la eliminación de la desigualdad en el ámbito privado.


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